El capítulo XV de La economía en una lección, de Hazlitt, se titula La “estabilización” de los precios. El autor coloca la palabra estabilización en comillas ya que explica métodos ineficientes para que los precios queden estabilizados. En primer lugar, es muy difícil que los precios se estabilicen porque la economía siempre es cambiante y dinámica debido a que los deseos de los consumidores también lo son. El Estado busca estabilizar los precios al colocarle precios fijos a los productos y a los sueldos, de modo que los consumidores puedan pagarlos y conseguirlos fácilmente. Esto afecta, a la larga, a todos, ya que los productores se ven obligados a vender más barato y sus beneficios disminuyen en comparación a los costos, por lo que las industrias terminan quebrando o cerrando por la poca competencia y ganancias que se pueden obtener. De esta manera, los consumidores también se ven afectados porque ya no son capaces de obtener los productos cuyos precios fueron “estabilizados”. Además, los salarios mínimos afectan igualmente la producción ya que la productividad de los empleados disminuye. Es por esto que no es bueno que el Estado intervenga al establecer los precios a los productos, ya que estos se establecen por las interacciones entre consumidores, productores y distribuidores constantemente.
El lunes leí un artículo en la prensa que decía que el Gobierno de Panamá estableció precios máximos para el galón de gasolina en Panamá. El establecimiento y disminución de estos precios se realizó con el fin de que el combustible fuera más barato para los panameños, de modo que buscaron “estabilizar” los precios para la gasolina en toda la industria de gasolineras. La Asociación de Propietarios de Gasolineras de Panamá no está de acuerdo con esta acción y están muy descontentos con el Gobierno. Creo que esta decisión del Gobierno de Panamá fue muy poco acertada ya que, en primer lugar, el Estado no debe interferir en los asuntos de su país exceptuando para mantener el orden y la seguridad, cumpliendo con los derechos individuales de vida, libertad y propiedad. En segundo lugar, esta acción del gobierno panameño puede afectar a muchas personas, como lo dice Hazlitt acerca de la estabilización de los precios. Si los precios de la gasolina siguen bajando por intervención del Gobierno, las ganancias de los propietarios de las gasolineras bajarán, por lo que posiblemente muchas gasolineras cierren. Esto afectará a los empleados de las gasolineras que cierren y a los consumidores de gasolina que no podrán obtenerla tan fácilmente, es decir, prácticamente todos los panameños. Entonces, además de todo, en algún momento el precio de la gasolinera podría subir muchísimo y llevar a un colapso económico en Panamá. El gobierno panameño debería reflexionar mucho sobre sus intervenciones en la economía de Panamá, ya que deben buscar lo mejor para su país y no lo contrario.
El lunes leí un artículo en la prensa que decía que el Gobierno de Panamá estableció precios máximos para el galón de gasolina en Panamá. El establecimiento y disminución de estos precios se realizó con el fin de que el combustible fuera más barato para los panameños, de modo que buscaron “estabilizar” los precios para la gasolina en toda la industria de gasolineras. La Asociación de Propietarios de Gasolineras de Panamá no está de acuerdo con esta acción y están muy descontentos con el Gobierno. Creo que esta decisión del Gobierno de Panamá fue muy poco acertada ya que, en primer lugar, el Estado no debe interferir en los asuntos de su país exceptuando para mantener el orden y la seguridad, cumpliendo con los derechos individuales de vida, libertad y propiedad. En segundo lugar, esta acción del gobierno panameño puede afectar a muchas personas, como lo dice Hazlitt acerca de la estabilización de los precios. Si los precios de la gasolina siguen bajando por intervención del Gobierno, las ganancias de los propietarios de las gasolineras bajarán, por lo que posiblemente muchas gasolineras cierren. Esto afectará a los empleados de las gasolineras que cierren y a los consumidores de gasolina que no podrán obtenerla tan fácilmente, es decir, prácticamente todos los panameños. Entonces, además de todo, en algún momento el precio de la gasolinera podría subir muchísimo y llevar a un colapso económico en Panamá. El gobierno panameño debería reflexionar mucho sobre sus intervenciones en la economía de Panamá, ya que deben buscar lo mejor para su país y no lo contrario.